miércoles, 14 de enero de 2009

Tú, el mar y yo.

Como fondo de una magna obra un mar en calma,

Anochece, un leve viento siento en mi cara,

La arena blanca bajo mis pies descalzos,

Lagrima furtiva que por mi mejilla corre,

La limpio con disimulo.

Es el momento de tomar decisiones,

No soy una niña, debo manejar mejor mis emociones;

La ansiedad nubla mis sentidos,

No debo ni quiero permitirlo, es momento de pensar,

Navegar en mis pensamientos,

Ocultar mejor mis sentimientos.

Esta noche tendremos otro furtivo encuentro,

Tengo que ser firme y no ceder,

Si te permito tocarme, perderé nuevamente la cordura,

Y me entregare completa,

Como cada noche...

Te veo, sentado sobre la roca más lejana de la playa,

Mi corazón late con desenfreno,

Escucho su latir en mi oído,

Mi respiración comienza a traicionarme.

¿Como gobernar al cuerpo si los sentimientos nos traicionan?

Caminas a mi encuentro, llegas a mi lado,

Esquivo tu mirar, pero tú tomas tiernamente mi rostro entre tus manos,

Y me besas.......

Mis ojos se pierden en el negro de tus ojos,

Siento tus manos recorrer mi cuerpo,

No hay escapatoria, me rindo ante ti,

No quiero escapar, no me quiero ir..... y no lo hare.

Tendidos sobre la arena, siento tus ansias,

Tu deseo implacable de poseer lo que tuyo es,

Desde esa primera vez.

No hay rincón de mi desnudo cuerpo que no haya sentido el calor de tus besos,

El toque mágico de tus manos, el ardiente calor de tu piel,

Nuestros gemidos se pierden con el sonido de las olas,

Mi humedad se mezcla con la tuya,

Soy tu anhelo, soy tu deseo, eso siempre lo he sabido,

Mi mente no piensa, no razona.

Cuando toda excitación ha concluido, tu rostro se apoya en mi pecho,

Siento tu respiración pausada,

Percibo el humor de nuestros cuerpos mezclado,

Levantas tu rostro, besas mis labios.

Se lo que esto significa, es lo mismo en cada una de nuestras citas.

Te levantas, te admiro completo, te pido un beso,

Me dices: “Anda mi bella hermosa, es hora de partir”.

¿Cuando se ira tu barco? pregunto quedamente,

No contestas, pero se que será mañana cuando te iras.

No puedo contener el llanto, ahora no se detiene,

Tomas mis manos, las besas, te pido que contigo me lleves,

Me dices “Te amo, pero aún no es el momento para que conmigo partas”,

Le digo “Ve tu primero, yo tomare otro sendero”,

Te veo alejarte, veo tu silueta bajo la luna,

Vas cabizbajo, pensativo,  y yo te miro con mis ojos nublados por las lágrimas,

No hay otra ruta, solo aquella que me llevara contigo,

Me levanto, comienzo a caminar entre las rocas.

No se cuanto tiempo he caminado, me siento en lo alto, miro hacia abajo,

Un salto y seré tuya por siempre, juntare para ti lo que mas amas,

El mar y yo.......

 

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