Martes, 23 de Abril de 1975
Fragmento del diario del director del hospital de salud mental “San Francisco del Milagro”
9:00 p.m.
Hoy logre que volviera a comer, ¡con que apetito voraz trago toda la comida que le ofrecí!, ya hacia 5 dias en los que no probaba nada, y ya hace mas de 5 años en que su caso, me produce muchas mas dudas que cualquier otro.
Recuerdo aun cuando llego, por orden del juzgado lo internaron en este hospital después de encontrarlo mentalmente insano. Habia matado a 15 personas, alegando que una voz demoníaca lo habia obligado a cometer los crímenes, que el no habia querido hacerlo, pero que algo lo habia poseído, que algo se habia adueñado de su voluntad.
Pobre sujeto en verdad, dejando de lado mi carácter de medico y psiquiatra, en ningún momento lo hubiera creído capaz de cometer semejantes actos de violencia. Su porte, sus gestos, son tan débiles y humildes. Será que la locura no tiene rostro.
Cada vez tengo menos esperanzas en el, ni siquiera tiene nombre, todos lo llamamos el paciente de la habitación 212, o el 212 simplemente.
9:30 pm
El hospital esta totalmente silencioso, y delante mío, una pila de informes sin completar, me recuerda que aun me encuentro en el trabajo. En verdad quisiera poder irme y dormir, pero todos los enfermeros se encuentran de paro y no puedo dejar el hospital solo.
Al menos puedo entretenerme escribiendo este diario, para que mi lector imaginario lo lea.
10:00 pm
Creo que mi sueño es mayor del que creía, los párpados me pesan y las sombras parecen alargarse infinitamente. ¡Que triste que es la apariencia de este hospital por las noches!, vació de vida, de luz y ruido.
Creo que dormiré un poco, si eso haré, me recostare en la silla y dormiré aunque sea unos minutos.
11:13 hs
¡Dios mío!, nunca lo habia visto así, en todos los años que llevo con el, el 212 nunca habia tenido un ataque como el que tubo, me vi obligado a dormirlo y apresarlo con un chaleco.
Sus gritos me despertaron, estaba fuera de si, ladraba como un perro, vociferaba insultos y se retorcía, en el suelo, doblando todos sus músculos a posiciones increíbles.
En verdad nunca presencié algo igual, sus ojos rojos inyectados en sangre, sus manos como garras ¡Mi dios!, espero que la mañana llegue rápidamente, para poder analizarlo y tratarlo de una mejor forma.
2:47 hs
Esto es peor de lo que pensaba, otra vez volvieron los ataques y los gritos. Habia roto todo el chaleco con sus dientes, de su boca brotaban chorros de sangre, y saltaba, lanzándose contra las acolchadas paredes, como queriendo romperse todos los huesos.
Logre aferrarlo, esta vez 2 chalecos, pero algo que dice que el necesita mas que eso. Ahora se encuentra dormido, aunque no por las drogas que le suministre, sencillamente cayo desvanecido.
3:23 hs
Siento dentro de mi un terror enorme, no encuentro explicación alguna a los síntomas que el presenta. En verdad estoy aterrado, mi propia respiración me causa pánico. Creo ver siluetas oscuras a mi alrededor, como perros, de ojos rojos y brillantes que me asechan.
Tengo que tranquilizarme, tengo que conservar la calma, o sino creo que perderé mi cordura.
3:46 hs
El paciente se encuentra dormido, no responde a ningún estimulo externo, casi parece un muerto de no ser por su larga respiración. Temo que debo agregar un nuevo síntoma a la ya extensa lista que el posee. Han aparecido a lo largo de su cuerpo, profundas heridas aun sangrantes. La única explicación posible es que se las habrá echo cuando logro liberarse del chaleco.
No se porque esta explicación no me tranquiliza.
4:12 hs
Gritos y más gritos, escucho los golpes de su cuerpo contra la puerta, sus maldiciones y ladridos. Ya no sé que hacer, ya no sé que pensar, estoy totalmente paralizado del terror.
Temo acercarme a el, a su locura, que poco a poco devora mi cordura y la escupe a los demonios de la demencia.
¡GRITOS, CADA VEZ MÁS FUERTES!, POR DIOS, QUE PARE DE UNA VEZ...
415 hs
Sé a detenido, ya no lo escucho gritar ni golpear la pared.
Una paz oscura y siniestra me envuelve.
5:00 hs
Este es mi final, él a logrado escapar. Hay algo en él, una fuerza extraña que va mas haya de mi ciencia, que va mas haya de mis razonamientos lógicos y médicos.
¡Es el demonio!, el demonio mismo habita en su cuerpo, sus manos se transformaron en garras, el fuego brota de sus pies a cada paso, no puedo pararlo, no hay nadie que pueda y temo por mi vida, temo por mi alma y temo verme condenado a algo en lo que no creía.
. En estos momentos estoy escondido dentro de un armario, escribiendo estas ultimas líneas, para que aquellos que encuentren este diario, puedan llegar a entender aquello que yo no comprendo.
Siento como se acerca, paso a paso, OH dios, no quiero morir.
Él esta ahí fuera... puedo oír su respiración
Abre la puerta, me mira, con ese odio infernal en los ojos
Este es mi fin...
el rey de los desterrados
Joder apasionante y terrorífico relato Alex , realmente me has dejado pegado al plasma un buen rato
ResponderEliminarChico aplausos , eres muy bueno en lo que haces
Mi admiración
Sombra
Ayy que cagaso pololito , esta de mearse de chuchi ya de loco asustaba y tuviste ke meterle al
ResponderEliminardesmon (cartón lleno ) esta noche no duermo
Tqmm
Beshitos
Me a encantado!!! El horario refleja la ansiedad y sombre todo como no siempre los locos son tan locos por que si realmente el diablo lo poseía
ResponderEliminarel tipo no estaba loco solo era una víctima .
Palmas chaval eres muy bueno en lo que haces
ResponderEliminarTensión unida a la demencia y lo sobrenatural una buena dosis de terror
Mi admiración
The Crow