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Sin final aparente, el horizonte se rebela, El camino se estrecha, la guerra queda atrás Los niños quemados, las madres huérfanas, Solo la locura del soldado. Encerrados en viejas películas del norte, Sin detenerse, el tiempo se adhiere al cuerpo, Se muestra irrespetuoso, altivo y prepotente, Impotencia, intolerancia. Hoy simplemente no lo comprendo Seguro de mirar al frente, al futuro Que no llegara por delante, como un Enorme gigante de luz. El dolor nada lo calma, solo se duerme Con la vieja canción de cuna, se mece Inquieto por resurgir como un mostró De múltiples cabezas. Solo el cuerpo se mueve sin responder, Se tambalea por precipicios, viejas laderas Que le muestran lo masticado que ha sido Su negro corazón. Un ángel de piedra se sienta en su hombro Remendada la boca con oro le mira iracundo, Un demonio junto a la espalda, arrastra Las penas y el llanto de lo transcurrido. Inquisidoras miradas arremolinadas Queman por dentro, duele, es inevitable El fuego consume, nacer, sufrir, Sucumbir. Las luces se apagan, nadie busca Una sombra en la oscuridad, Los ecos en la soledad son arropados Por la tristeza. Locura insana, atrapado por brazos En el silencio, la luz al final del tiempo El camino se reduce, las manos del Rey vacías como en un principio. Nada al oeste, nada al sur, sangra El señor de la muerte, se enrosca Como una víbora en el húmedo piso, Perdiendo el aliento.
zandor x |
martes, 29 de septiembre de 2009
la senda de uno mas que camina =preludio=
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Caminando entre los malditos hacia su funesto destino.
ResponderEliminarQuien sabe mi lord, el destino puede cambiarse.
Ave Zandorx
y al final de la senda ¿ habra algún lugar donde llegar? o sera un caminar valdió.
ResponderEliminartristes palabras, un paseito entre las nubes de polvo estelar? un abrazo oscuro fuerte, muy fuerte.