Desesperanza.

Encumbrada en el icono de mis recuerdos,

Esta la imagen borrosa de mis quimeras,

Presentes y ausentes como tantos otros,

Galopa tu imagen entre mis ensueños,

Que derruidos y rotos surgen ante mí.

 

El oscuro laberinto de tus ojos,

Donde tantas veces pérdida me he encontrado,

Atajan ahora mi ser, mi corazón y mis esperanzas,

Esas de las que vestí mi alma.

Cual si lo hiciera con el  más fino de los encajes.

 

Es que acaso la verborrea de mis silencios absurdos,

Ha hecho mella en esos sentimientos tan irracionales,

¡Miedo, ira, cólera y desilusión!

Infame cobardía de vivir, por estar del todo muerta,

Cubriendo mis lágrimas con una hoja seca.

 

Me muevo entre pasadizos a ciegas,

Extendiendo mis manos para encontrar las tuyas,

Y solo el viento absurdo del vacío más sólido,

Choca contra mis dedos y el frío de la desolación,

Me toma entre sus brazos para perderme en ellos.

 

¿Que esperas de mí?

¿Que quieres de mí?

¿Es que acaso no te has llevado todo?

¡Déjame al menos una fantasía, un ensueño!

Quiero al menos una ilusión a que aferrarme,

Antes de caer rendida del todo.

 

Ahora, cansada y suspendida en la nada,

Vuelven a mi mente recuerdos de vidas pasadas,

Llega el calmo susurro de tus palabras,

Que me llevan al clímax del sufrimiento,

Donde ya no hay lucha, ni consuelo,

Solo paz.