| Tras la lluvia nocturna las luces como faroles Alumbran los callejones insanos de la metrópoli Espacios ocupados por despojos, de aquellos Que la vida les da un litro diario de alcohol. Hedor por doquier, sangre que se coagula en Los sesos extraviados de los caídos, en cada Esquina alas quemadas se venden por Almas quebradas. De satín y seda el catrín entra a la media noche En el sótano maldito, hombres sudorosos sucios, Mujeres tuertas infectadas, niños sin pies Descarnándose por un soplo de vida. La mesa del fondo en el silencio de una velas Medios tragos de palabras olvidadas, Acompañadas de sombras saqueadas, Una noche más sin estrellas. En un momento contenido las puertas Del infierno se abren de par en par La silueta femenina de un negro entallado Se asoma en la lejanía. Piel de nieve, ojos de navaja seduciendo El humo denso de los pulmones roídos, Incitante, excitante, una mirada sin rostro De lo que siempre conocido. Un minuto sin rodeos, los dedos largos De uñas negras delineando el contorno De ese espacio demasiado mío, cual Leona tras su presa. El ritmo de sus movimientos inquietantes Hipnotizarte, como péndulo que se mese Sobre el aire, seducción, sin límite en una Tierra sin fronteras, traspasa, se acerca. Su fría respiración se agolpa en mi cuello Palabras sin sentido con un solo objetivo, Salid, como una sonata, se descuelga De su hombro la señal de huida. Me pertenece, soy su posesión, Una joya que no brilla en su mano, Recorremos nuestros cuerpos como Si en mucho tiempo no estuviésemos. Todo se detiene, todo y nada sin sentido Una danza antigua se gesta entre las sabanas Blancas, el acto consumado por un torrente Éxtasis, sin espacio no caminado. En la oscuridad, en medio de la nada Menciona su nombre, seis letras y todo Se detiene, aun mi cuerpo tembloroso No articula, un frio intenso. Aquellos intensos faroles se extinguen Al ritmo de mi respiración, luciérnagas En la oscuridad, descarnados subcubos Deleitándose con la carne Aun con la sensación de la vida, un beso Venenoso en mi mejilla, aquella figura Lejana tararea su nombre por los pasillos Vacios en su homenaje. Ella camina por la noches, su figura Es la carnada de los desposeídos De aquellos poetas malditos, en el pasado En el presente y el lejano futuro. La dama se lleva cada alma No importando cual sea tu nombre Tu fuerza o tu dominio, no respeta Fronteras, ni clases sociales. Y siempre deja en la mejilla Un beso frio que es la llave Para abrir la puerta a la nada. El que escribe desde el fondo del silencio Zandor x
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uhmmmmmmmmmmmmmmmm no se si sera el sueño que tengo, pero se me hiso una eternidad leyendo tu poema
ResponderEliminaren verdad muy bueno, me trajo recuerdos de algunos de mis escritos
un dia la muerte,
ResponderEliminarse acerco hasta mi,
cuando la vi cerca la reconocí
y vi que era bella,
y me dijo vamonos,
yo no tuve fuerzas y ella me dejo.
enamorado de la muerte,
desde el dia en que la vi,
dia y noche esta en mi mente,
encadenado a ella.... es mi fin.
(Los Rip)
lindo y triste poema, me recordo a esta cancion de los rip, por eso te la puse.
Ave Zandor.
Esta dormida cerca de mí. El silencio de una rosa en la noche tal vez posea el secreto de la belleza de la palabra que no se puede nombrar. Entonces me callo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Exacto y poeticamente maravilloso
ResponderEliminarLa Muerte no respeta condición , ni clases sociales y todos dejamos este mundo sin llevarnos
nada más , ni menos de lo q trajimos al llegar
Pero a menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.
Saludos Señor del silencio