En lo personal diré que colecciono barajas de tarot y que esta es de
carácter simbolico realizada para el enlace de los duques (como serian hoy uno sellos) movida por la curiosidad aquí la historia de esta interesante mujer .
Caterina Sforza se codeó con algunas de las grandes figuras del Renacimiento italiano, desafió los convencionalismos de su tiempo, se enfrentó abiertamente a poderosos enemigos como los Borgia o el rey de Francia con la fuerza de un guerrero, vivió apasionadamente, fue acusada de brujería y buscó junto a Leonardo Da Vinci el elixir de la eterna juventud. La conocida popularmente como " vampiresa de la Romaña ", " diablesa encarnada " o " virago cruelísima ", nació en 1462, siendo hija natural del noble lombardo Galeazzo Maria Sforza, hermano del influyente Ludovico el Moro quien regía la ciudad de Milán, y de Lucrecia Landriani.
No obstante, a pesar de su condición bastarda, la pequeña Caterina fue educada como una más en el seno de la familia Sforza y a la edad de once años la casaron con Girolamo Riario, sobrino del papa Sixto IV quien concedió a su pariente el gobierno en la ciudad de Imola, el matrimonio no se consumó hasta que ella cumplió los catorce años. La relación entre la pareja fue complicada y siempre a expensas de las continuas infidelidades de Girolamo, lo que no impidió que éste engendrara con su mujer cuatro hijos. Se creyó ampliamente por toda Italia que su hermano Gian Galeazzo Sforza, Duque de Milán, no murió de enfermedad natural sino que había sido envenenado por su tio Ludovico el Moro. En 1484, tras la muerte de Sixto IV, Caterina — embarazada de siete meses y con veinte años— ya dio muestras de su espíritu aguerrido cuando, para defender su patrimonio territorial, encabezó un pequeño contingente militar en la toma del castillo vaticano de Sant’Angelo. Con esta acción aseguró su dominio sobre Imola y el nuevo pontífice Inocencio VIII le concedió la plaza de Forlí.
En 1488 su esposo murió asesinado a cuchilladas por algunos desafectos y se dijo que ella misma estaba implicada en el complot. Si bien, desde el primer momento, la Sforza se enfrentó a los conjurados demostrando una gallardía propia de los más valientes guerreros. Fuera esto una simple farsa o no, lo cierto es que la bella noble consiguió, gracias a su famosa sangre fría, que se reconociese a su varón primogénito Octavio como nuevo señor de las heredades y los títulos dejados por su padre. Tuvo que acuartelarse en un castillo para enfrentar el ataque de los aliados de su marido, quienes capturaron a sus hijos y amenazaron con asesinarlos. Catalina, indica la leyenda, desde la muralla del castillo se levantó la falda y señalando sus genitales pronunció:"Ho con me lo strumento per farne degli altri!" ( Tengo el instrumento para hacer otros ). Con este gesto, se dice, sorprendió a los asaltantes que levantaron el asedio. Poco después tuvo que hacer frente a la invasión francesa de Carlos VIII, defendiendo sus ciudades.
En los años siguientes, Caterina disfrutó de sus fogosos amantes y volvió a contraer matrimonio con un simple gentilhombre llamado Giacomo Feo, el cual le daba todo el cariño suficiente pero cuando éste fue asesinado por una banda de guerrilleros, Caterina cabalgó a la cabeza de un escuadrón hasta el cuartel de los asesinos, ordenando como represalia masacrar a cincuenta y ocho partidarios de los asesinos. Caterina quedó consternada hasta que al fin llegó la gran pasión de su vida: Giovanni de Médicis, apodado "il Popolano", un guapo florentino con quien se casó en secreto sin tener en cuenta los inconvenientes dinásticos. De esta unión nacería Giovanni de Médicis, futuro héroe nacional italiano que pasó a la Historia con el sobrenombre de Juan de las Bandas Negras. Sin embargo, la Sforza padeció un nuevo quebranto con la muerte de su amado en 1498. Una vez más quedaba sola y a merced del peligro encarnado en la familia Borgia, cuyo máximo representante, el papa Alejandro VI, había declarado la ilegitimidad de los señores que gobernaban la Romaña.
Consciente de que la guerra sería el único camino a seguir, Caterina se preparó para defender sus dominios frente a las tropas pontificias, dirigidas por el hijo del papa, Cesar Borgia, y decidió utilizar —dados sus conocimientos alquímicos— la treta del envenenamiento contra el Santo Padre. Pero este atentado se desbarató en el último instante, por lo que la Sforza se convirtió en público y malvado enemigo del Vaticano. El 17 de diciembre de 1499 los ejércitos pontificios sitiaban Forlí, tras haber tomado Imola sin oposición.
Sin embargo, aquí sí que planteó una feroz resistencia parapetada con 1.000 soldados tras los muros de la inexpugnable ciudadela interior. Entre éstos soldados se encontraban franceses de su nuevo aliado el rey de Francia Luis XII. Los combates fueron terribles y culminaron el 12 de enero de 1500 con la masacre de la guarnición de Forli, después de una gran resistencia que habia durado tres semanas, mientras que su generala era prendida por un caballero francés, Ivo d' Allègre, aliado de los hombres del Borgia quien había ofrecido 20.000 ducados por la captura de su brava adversaria. El capitán francés gustosamente tendría bajo su guardia a la guapa prisionera que, por entonces, disfrutaba de un exuberante cuerpo, perfectamente conservado y pleno gracias a la utilización de hierbas medicinales de las que Caterina era entusiasta y gran consumidora, pero Cesar Borgia se obstinó en tenerla él y no hubo más remedio que cedérsela contra garantías y promesas de buen trato.
Se dijo y se repitió que Cesar Borgia la sometió a toda suerte de humillaciones, incluida la violación, lo cierto es que la tuvo algún tiempo a su lado y luego la mandó a Roma, no bajo cadenas como dijo la leyenda, sino honrosamente, escoltada por el capitán pontificio Rodrigo Borgia. Fue alojada por el Papa con buena guardia en Belvedere, alegre villa entre pinos y naranjales, y allí honorablemente servida y muy bien tratada. Sólo más tarde fue llevada, por economizar gastos, al castillo de Sant’Angelo, lugar del que escapó pasados unos meses con la complicidad del propio Cesar Borgia, quien la visitaba frecuentemente.
La Sforza volvió a sus dominios pero vio como éstos estaban ocupados ahora por la familia Orsini. Entonces se retiró a un convento de Florencia, junto a su pequeño hijo Juan, sin que ocasionara más alteraciones en aquella época que la contempló como fémina indómita. Falleció en la luminosa ciudad toscana en 1509. En su testamento pidió que la enterraran en un monasterio y debajo de una lápida blanca donde no pusiera nada. Caterina también pasó horas encerrada en su laboratorio haciendo fórmulas, unas de tipo estético pero otras médicas. Dejó más de 400 fórmulas de las propiedades de las plantas, de las piedras, fórmulas para ungüentos, jarabes, para teñir el pelo rubio, para eliminar el vello de la piel, una crema para mantener la piel blanca y para el dolor de la menstruación.
Muy interesante su informe , un gusto leerlo
ResponderEliminar"...y buscó junto a Leonardo Da Vinci el elixir de la eterna juventud..." Leonardo Da Vinci era alquimista? menuda sorpresa
ResponderEliminaruna vida marcada por la muerte, ironico en verdad sabiendo que buscaba la eternidad
Antes que nada un excelente informe
ResponderEliminarCaterina fue conocida como la vampiresa o diablesa encarnada
Una virago cruel (mujer machorra) la apelaban muchos probablemente sus enemigos por que a lo largo de su camino desafío a todos los poderes del Estado y les genero muchísimos problemas, por lo cual se le llamo también, la leona de Romaña
Y si Alex Da Vinci no solo era científico , sino que era alquimista y uno de los pocos hombres puros que salvaron su vida en la matanza de la ciudadela de Montsegur
Gracias por tomaros el tiempo de leerlo no sabia que os pudiera interesar a mi en lo personal
ResponderEliminarme fascino (siempre a sido un mazo de cartas que pese a no ser esoterico me desprendía algo )
Lo que esta claro es que hay tantísimas cosas por saber y compartir bueno hago acto de enmienda
me abro mas ¬¬ no solo mirare a un punto fijo.
Nuevamente por el tiempo y valorar el el esfuerzo :)
interesante
ResponderEliminarMuy buena nota !
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