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Míralos, son ellos ... los hijos de la noche ¡Oh! con que bella melodía adornan la oscuridad, y se acercan a mi pidiendo un poco de alimento, y se relamen el hocico alumbrados por la luz de la luna.
Toman mi silueta dibujada oscura entre la noche, bajo la luna, me rodean en ese frío peñasco, acompañados por la niebla del odio, hijos de la noche que desde hoy me pertenecen, criaturas nocturnas que extienden sus aullidos en mis sueños para lograr protegerme de la luz, santificado sea su nombre.
La luna, ella los reúne ante mi en la niebla nocturna, ¡bella amante de vampiros!, ella cuelga de la noche como un retrato susurrante, suave, que descubre miles de árboles en el bosque frío y pareciera que los ha puesto en oferta.
Me sé culpable de mis actos, mas no me remuerden, tengo el poder de la noche, tengo los sueños de mis lobos, los muertos cantan solo para mí, témanme, soy la muerte, soy la sangre, soy la aflicción funeraria, soy la respiración de la oscuridad, por milenios, por los secretos de la noche que he sabido, he logrado engañar a la muerte.
Alguna vez fui un ángel inservible, creí en las promesas inútiles de amor de media noche. Hoy, hoy que fueron lloradas sobre tu sepulcro y arrastradas por las estrellas hacia la mortalidad, sigues al acecho, tú, ángel que robaste mi corazón y me diste la muerte.
Sigue durmiendo más allá de la luna, en tu lecho de rosas color sangre, continúa en tu trágico letargo, dama de sangre, mi promesa no quebraré, mientras duermas, iré con mis lobos a besar tus mejillas, dormiré hasta el amanecer entre tus piernas y sabré desaparecer y ocultarme entre la niebla.
Escúchalos son los hijos de la noche, es su canto el que adorna la noche en que he visitado tu lecho de muerte. De pie en mi viejo peñasco, con el corazón de cristal en sus hocicos, entre la niebla desaparezco con ellos que desde siempre me pertenecen.
Mil sueños de pasión, millones de palabras falsas, dormido en la nieve soñando en el exilio de mi alma, atormentado por tu sombra que aún me llama a la perdición Aléjate de mi, oscura dama, ya no mutiles más, mi conciencia... Diávolo!!! |

Intenso relato con fuerza en sus letras
ResponderEliminarJoer vampiro con corazón de cristal ; hermanado con lobos , lo que hay que escuchar ...
ResponderEliminarAsí y todo magistrales vuestras letras
De pie en mi viejo peñasco, con el corazón de cristal en sus hocicos, entre la niebla desaparezco con ellos que desde siempre me pertenecen
ResponderEliminarNarran las hados que una lágrima surca el cielo
Y que a través del viento transita para alcanzarte consuelo…
Son los hijos de la noche , los caminantes nocturnos , los hijos de la gaia ....
Gracias por compartir tu obra con nosotros