lunes, 21 de febrero de 2011

Eterna y nívea

Luna llena llévate con tigo mis heridas,

 Contemplo  tu armónica soledad, imitándote  en tu magnificencia,

 Y también en tu sentir de hembra herida 
a la cual le prometieron amor eterno y aun sola te encuentras

 

Te acompaño en tu silencio, en tu blanca inocencia,

Te canto para que el me escuche…

Para que me ame como a ti

Para ser de el aunque sea solo un deseo

 

Perecer en tu reino de resplandeciente serenidad

Es mi consuelo, mi  capullo infranqueable

Mi hermana en la noche…mi madre luminosa

Mi tumba, mi lecho, mi eterna morada

 

A ti mi diosa, te pido que le digas,

Que lo amo, y lo espero, que mil días rezaría

Por que viniera a buscarme a esta prisión de melancolía

A ti mi reina, te ruego que lo ames…pues a ti te adora mas que a nadie.


 

2 comentarios:

  1. Bellas letras tienen un sabor agridulce , pero sin duda
    aun así tienen tu apasionada esencia .
    Me gusto llega y toca
    Un abrazo en la distancia Iansa

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  2. uhmmmmmmmmmmmmmmm

    un poema muy triste, de esperas eternas

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