Tómame sin miedo, se que te mueres por saciar tu maldita existencia
Tiemblo en tus brazos, el miedo no es lo que domina mi mente
La razón no existe entre dos seres adoloridos, dañados por nuestras propias lenguas
Entregados al éxtasis, crucificándose ante los ojos mortales
Permitiéndonos sufrir, amar y morir
Abriendo la puerta a la agonía, y caes mudos ante la luz de las estrellas
Quédate, por que no puede existir un fin a tanto placer
A tu voz no puedo escapar, a tus manos, a tu boca,
Estamos malditos en uno del otro, una especie de sentencia mortuoria
Que padece todo aquel que se ha enamorado
Y envueltos nuestros cuerpos en la seda carmesí, soñamos moribundos
Con un futuro puro, lleno de vagas melodías
Insertando en nuestra piel rasgos de las sinfonías más perpetúa
Repitiendo nuestros nombres, hasta que el sentido se pierde
Entregándonos a la locura, al limbo de negros parajes
A la sofocante e interminable noche de jolgorio
A la danza de mis pupilas que yacen junto a las tuyas
Que entumecen el alma, que alejan la vida
Que es este frío amor mío
Que es este pesar que me añora
Siento que te pierdo lentamente
Que mis ojos mortales se cierran de golpe
Que la tibieza de mis manos se vuelven témpanos
Que sollozo clamando tu nombre…
Silencio …me contemplas…¿Qué es lo que soy ahora?

Magnifica obra espero leer la segunda con la misma intensidad y pasión
ResponderEliminarque nos compartes
Un abrazo Iansa.
Magnifica obra espero leer la segunda con la misma intensidad y pasión
ResponderEliminarque nos compartes
Un abrazo Iansa.(Siento la repetición el multy tiene problemas con el inbox )
firmeza y delicadeza,
ResponderEliminaratesora cada verso
asi pues tu mano es creadora
de obras magnificas
espero la segunda parte
zandor x
magnifico poema
ResponderEliminara la espera de la continuacion