Halloween:Bienvenido al Infierno

Maximiliano, un joven de 28 años, llevaba una vida despreocupada y totalmente egoísta. Parecía no tener ningún propósito en la vida más que asistir a cuanta fiesta y discoteca fuera posible. El dinero no le era problema, tenía lo suficiente como para vivir esta y otras dos vidas más, herencia de su tío     Un tipo vanidoso, egoísta y sórdido, no hacía nada que no fuere para propio beneficio. Mujeriego; se pasaba  noche enteras seduciendo mujeres alardeando de sus riquezas y buen físico, prometiéndoles este mundo y el otro. La mayoría de veces funcionaba, y terminaba la noche en su apartamento o algún lujoso hotel cercano compartiendo la cama con su nueva conquista. Tenía  por costumbre tomar fotografías durante la noche, las guardaba como un trofeo. Pero siempre, al amanecer, su actitud hacia sus doncellas cambiaba drásticamente y las desechaba como a un trapo sucio     En su cumpleaños número 29, se encontraba con sus elásticos amigos en una estruendosa fiesta, cualquier excusa era suficiente como para armar escándalo Pero esa noche, parecía no disfrutar .Sus amigos ni siquiera lo notaron, y mientras se encontraba cavilando con la mirada perdida en el espacio, una chica se le acerco y le susurró al oído: “sopla las velas y pide un deseo”; sin ver atrás, se levanto de la silla donde se encontraba, soplo las velas y en su mente, pidió su deseo: juventud eterna. Hecho esto, sus amigos comenzaron en un frenesí fiestero, cada uno ocupándose de lo propio. El se encontraba solo, y por primera vez parecía estar meditando sobre su futuro…bajo su mirada al piso por un momento y cuando la levanto, se sorprendió al ver aquella hermosa joven parada justo frente a él. La belleza de la joven era cautivante, era tan bella como oscura, de cuerpo  escultural, morena de cabello castaño, ojos verdes y ropa tan provocativa que no dejaba mucho a la imaginación. Ella, se sentó a su lado, poco tiempo paso antes que la conversación amistosa e inocente, se volviera un juego de seducción y coqueteos     La noche había acontecido de maravilla, con  un derroche de sexo y lujuria pero la mañana siguiente fue diferente. Cuando despertó, su misteriosa y bella acompañante ya no estaba a su lado. Esta vez, él había sido el objeto utilizado y desechado. Intrigado y aturdido por un fuerte dolor de cabeza producto de la noche anterior, se levanto de la cama en busca de la hermosa joven, de la cual no conocía ni su nombre. Tras una corta e infructífera búsqueda, se dirigió al baño para asearse, y fue ahí donde encontró el mensaje que cambiaría su vida completamente. En el espejo del baño, escrito con lápiz labial color rojo escarlata, el mensaje decía:  “Bienvenido al mundo del SIDA. Bienvenido al Infierno” Si quieres una segunda oportunidad, llama a mi padre 999 – 666 Ese mismo día se hizo analizar de VIH, el análisis dio negativo     Un año había pasado, y  se encontraba ingresado en un hospital debido a una simple gripe que se había vuelto una seria neumonía. Entre los análisis que le hacían estaba también el de VIH; para asegurarse de los resultados, los habían hecho tres veces; en las tres, el resultado era siempre el mismo: positivo. Recordó con ira aquella joven, la causante de su sufrimiento, la maldijo una y otra vez, le costaba trabajo creer que le estaba sucediendo a él, iba a morir     Solo, en medio de lamentos y maldiciones, recordó aquel número, ¿Cómo podría tener una segunda oportunidad al llamar al padre de aquella joven?, ¿Cómo?; no lo sabía, pero no tenía nada que perder al intentarlo. Saco su teléfono y comenzó a llamar a aquel numero… no sabía que esperar, pero al menos quería saber quién era la causante de su desgracia. Una voz grave, casi inhumana contesto del otro lado de la línea: Satanás al habla...     Risas escalofriantes inundaron todo el lugar   The Crow