|  Eran las dos de la madrugada, el taxi marchaba muy lentamente debido a la espesa niebla que envolvía la carretera. Las ganas de dormir volvían a atacar a Marcelo Cuando el auto se detuvo. - ¡Bueno! Hasta aquí llego yo - dijo el taxista - Tengo que volver para dormir algunas horas antes de que empiece de nuevo mi turno; fue lo que acordamos, Le dije que cuando mucho podía arrimarlo hasta aquí – Marcelo bajo del auto un poco confundido, no recordaba haber aceptado dicha condición. Por educación no quiso discutir con el taxista, le pago y un instante después sus luces fueron devoradas por la niebla. Se acomodo la mochila que era su único equipaje y avanzo entre aquella bruma densa y sofocante. Iba a visitar por primera vez a unos parientes que viven en una zona rural y es sabido que en esas zonas la dirección es número de ruta y mojón que esta frente a la casa
Hacia donde mirara solo veía niebla, y a duras penas veía la carretera bajo sus pies Seguía caminando entre brumas cuando escuchó un golpe fuerte a un lado de la carretera a los que siguieron otros golpes mas suaves metálicos. Luego se escuchó un largo rechinar, que le hizo deducir que habían forzado y abierto un portón o una reja. Al instante la niebla se abrió casi como se abre un telón, y pudo ver de donde venían los ruidos. Estaba frente a la entrada de un cementerio, el portón de rejas estaba abierto, y por el salían caminando los difuntos. Una multitud de cadáveres avanzaba hacia él Algunos estaban tan podridos que se desbarataban y caían pero seguían avanzando Horrorizado ante tal escena, sin poder creer lo que ocurría, a punto de echar a correr…. Una mano descarnada le toco en el hombro. - Ya llegamos, ese es el número de mojón que usted me indicó - dijo el taxista. Booooo…feliz noche de brujas La casa de sus parientes estaba justo frente al mojón, descendió del taxi mientras salían a recibirlo "El relato es mi versión de uno de los cuentos narrados en rueda de amigos" Cristhine |
Jó, por adelante y por retaguardia ; el tal Marcelo no tenía escape
ResponderEliminarJajaja no hay que dormirse en los coches de alquiler
interesante escrito, aunque el final medio precipitado.
ResponderEliminaruna calaverilla asustadora para usted.
No conocía la leyenda pero si antes no me gustaban los taxistas ahora menos me fío
ResponderEliminarTe dejo una calaverita.
Que bueno que tengo moto. A tener cuidado con los taxis. Muy bueno.
ResponderEliminarTres calabazas.
ResponderEliminarJaja cuidado con los tacheros nena , usa remiseros que son más fiables
ResponderEliminarUna calaverita
Ohhhh Manu , nada de calabazas ...son calaveritas ; rectifica o son votos nulos jajaja
ResponderEliminarAhh, era con calaveras y no calabazas. Hago mazamorra con las calabazas y de dejo 3 calaveritas.
ResponderEliminarJajaja pos que te animes a escribir me dio un gustazo
ResponderEliminar3 metele p alante vieja
ResponderEliminarUn viaje inesperado al mas allá
ResponderEliminarMuchas gracias por unirte a la fiesta acepta este recordatorio :)
ResponderEliminarguauuuuuuu esta nonisima , gracias
ResponderEliminarun pico , linda