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Cuando murió mi padre, la casa se me caía encima. En cada rincón se manifestaba su presencia y el dolor se volvía a revelar en mí con mayor crueldad ¡Como lo extrañaba! Fue cuando decidí tomar mi escarcela, mi guitarra y me largue a vagabundear el mundo
Tres años habían pasado, cuando llegue a aquella aldea en los Cárpatos Estancados en el pasado; un solo bar atendido por un diestro lugareño que me dejo bien en claro que allí no había hoteles, ni nadie que me daría albergue en sus casas; recomendándome seguir el camino hacia la aldea vecina donde probablemente encontraría donde quedarme El ocaso se venía encima y no llegaría hasta bien entrada la madrugada…
Fue entonces que dijo: _ salvo que quiera dormir en la mansión del más allá Aunque me advirtió que todos los que habían pasado una noche allí enloquecieron y otros no volvieron a ser vistos
Antes de pasar la noche a la intemperie, lo pensé y dije- ¿dónde queda esa mansión? -Siga el camino de la izquierda y podrá verla después de la curva.
Compre víveres, cigarrillos, cerillas y velas Me despedí marchando hacia la mansión; quería llegar antes de que oscureciera del todo
Al llegar al fin de la curva pude verla, oscura, majestuosa recortada entre los altos picos montañosos; ascendí por el sendero y llegue justo cuando el sol se hundía en el horizonte
Toque la puerta por respeto aunque sabia por el mesonero que nadie vivía allí desde hace años; luego entre y mas por instinto que por razón busque a tientas la llave de la luz y rotunda fue mi sorpresa cuando estas se encendieron; una araña descomunal desde el centro del salón iluminaba todo el recinto; fue como entrar en otro siglo .Reconocí algunos muebles estilo Luis XV y lo que mas me llamo la atención fue que la mansión para nada parecía abandonada ; hacia la derecha una gran escalera llevaba al piso alto y hacia las izquierda dos puerta doble. En eso estaba cuando las luces se apagaron y una risas espeluznantes rompieron la noche, seguidas de un ruido de cadenas como arrastradas que me paralizaron en un primer momento. Encendí el mechero y me dirigí hacia la puerta doble mas cercana mientras tomaba el candelabro de la mesa encendiendo sus velas. Me di con un salón tipo biblioteca- escritorio, salí entrando, en el otro. Grandes mesadas en el centro y el resto de los elementos me dijo "la cocina"
Entre de lleno tirando mis cosas sobre las mesadas, apagando las velas mientras los gritos se prolongaban; las luces se prendían y apagaban ; una fosforescencia verdosa se filtraba por debajo de la puerta La puerta se abrió de golpe, la figura fantasmal fosforescente con una lanza en la mano, se me vino encima, salte a un lado dándole un terrible puñetazo en la cara .Cayó seco pero la puerta volvió a abrirse como azotada por un vendaval; del piso alto se descolgó una mujer fantasmal que se detuvo frente a mi, me miro y giro hacia el mismo lugar de donde vino; intente agarrar la cola de su vestido pero mi mano paso a través de él Cuando reaccione el otro fantasmón había desaparecido; por donde, no lo supe
Trabé la puerta con una silla, encendí las velas, recorriendo todo el lugar minuciosamente hasta concluir que solo pudo irse por el montacargas de las bandejas
Saque unas latas de comida, el calentador y me dispuse a cenar; fue en ese ínterin cuando vi el refrigerador; lo abrí, ¡sorpresa! había comida y bebida como para varios meses. Concluí que acá ocurría algo muy mundanal e iba averiguar que mantenía a los lugareños alejados y temerosos Saque una botella de jugo, queso, fiambres, comí y apague las velas dispuesto a esperar los fantasmas Una hora después sentí el montacargas, tome una silla ubicándome bien pegado a la pared, cuando piso el suelo de la cocina le dije: _ ¿me buscabas? , giro y le di con la silla; cayo redondo arrastrando otras en el caer con el ruido correspondiente. Desde arriba, alguien grito: mátalo y arrójalo al barranco como a los otros
Saque cuerda del morral atándolo de manos y pies por la espalda, en tanto le metí un bollo de servilletas en la boca, liándolo con cuerda Salí de la cocina rumbo al piso alto, la luz de la luna se filtraba tenue entre los pesados cortinajes de los ventanales .Al llegar a lo alto de la escalera un largo pasillo con puertas a derecha e izquierda; fue fácil saber donde estaba el otro, la luz se filtraba .Golpe la puerta; de adentro se escucho: _ ¿que pasa? ; Luego una risotada, seguida de:_ ¿acaso le temes a los fantasmas? Volví a golpear, sentí los trancazos al cruzar la habitación, me prepare y cuando abrió la puerta le acomode un golpe de puño en plena cara que lo demolió. Lo ate y lo subí al montacargas enviándolo a la cocina
Me tire en la cama, estaba exhausto Cuando desperté el sol estaba alto en el cielo En la cocina el tío seguía atado, ya despierto; abrí el montacargas saque al otro obteniendo una historia de avaricia, parientes, fantasmas, muertos y desaparecidos; digna de Ágata Christi
Llegue al bar sobre las doce del mediodía; el mesonero me miro como si fuera yo un aparecido; le pedí el teléfono, llame a la guardia contándoles la historia Corte y dije:_ dígales que el paquete esta en la cocina y que atrás de la mansión , en el barranco tienen varios regalitos
No pude irme sin volver a pasar por la mansión, cuando llegue a la curva, mire hacia el piso alto, en la ventana estaba ella, muy pálida pero con una sonrisa, agito su mano y yo la salude
Era hora de volver a casa…Papá me estaría esperando
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lunes, 21 de noviembre de 2011
La mansión del más allá
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interesante, le diste un giro que ya se a dado, pero aun asi le agregaste un toque diferente.
ResponderEliminarme gusto mucho tu cuento
Menudo viaje , acción ,misterio y un final magnifico
ResponderEliminarchevere, chevere un poquito de todo , suspenso, fantasmas , un relato fabuloso
ResponderEliminarmuchas man
Enhorabuena corvo , buen relato
ResponderEliminar¿ creiste que no llegaría ? ¿qué haría deshonor a mi amada Nuit ?
Jajajaja un saludo compañero