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Hacia mucho calor, me fui a la piscina con unos amigos. el sol era fuerte, me saque la camiseta, me pare en la orilla. me arrodille para mojar mi mano y hacer la señal de la santa cruz en la frente. Ahora si, listo para el remojon. No aguanto mas y me lanzo un clavado. Siento como el agua me va envolviendo, como mi cuerpo caliente se va enfriando. de pronto todo oscurece mas y mas y en medio de una oscuridad despierto en un bello lugar.
Entre las montañas, en un poblado de casa de piedras y techo de tejas. las personas eran muy amables, se ayudaban unas a otros, sin pedir nada a cambio. las aves de la plaza cantaban, los arboles verdes y cargados con manzanas. De pronto aparecio un señor vestido con una tunica negra, era el sacerdote del pueblo. A cada paso iba bendiciendo a las personas. El se para delante mio y me da la bendicion. Me pide que abra los ojos, que despierte, que yo no debo de estar ahi. Empieza a contar :"1... 2... 3..., 1... 2... 3..." asi va repitiendo el sacerdotte hasta que todo se oscurece de nuevo y despierto, Me encuentro recostado a la orilla de la piscina, con sangre en mi frente. El salvavidas se alegra y me dice: "buen susto nos diste muchacho, menudo clavado que te diste que no paraste sino hasta golpearte la cabeza con el fondo de la piscina".
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