|  Altos pinos circundan de la piscina, el borde El viento los agita mientras la luna aparece Entre oscuras nubes de tormenta Alumbrando la estilizada figura Que inmóvil permanece En lo alto del trampolín Sus ojos fijos en el lago azul talo de agua de la alberca Como intentando atrapar delirios Percibiendo los matices que tiene la vida Sintiendo las extrañas caricias de la muerte Más allí está Hipnotizada con el cuerpo y el alma desnudos... Queriendo extender sus manos al azabache de la noche Acariciando un rostro en el invisible Un sueño que venga A buscarle en algún sendero que solo existe ahí Imágenes fugaces se proyectan Extrañas sensaciones vienen hacia ella Su vida una raya Con un pasado firme e inalterable Que cuanto más echa de ver más le asombra Un presente como un espacio En expectante formación insistente Sin constancia, ni tenacidad, ni runa Y un futuro oculto entre los pliegues de su tupida oscuridad Designio de surco aún no trazado Que paso a paso adelanta y transmuta Sobre la piel de su alma, abatidos evos pernoctan No es de ahora Y si va al futuro, va de cruces con los ojos clavados en el ensueño ¿Qué le queda? Un codicia, un segundo, una evocación Que rompen cual una bofetadaza las aguas En el fondo de la piscina El oxigeno de sus pulmones se agota Las aguas la abrazan El frío le congela el corazón Cierra los ojos Sucumbiendo de cara a la noche de los tiempos 
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un poema muy triste
ResponderEliminarsaludos nuit
¡Magistral ! tan místico y etéreo lleno de detalles .
ResponderEliminarHace mucho que no escribes dejando ver tu corazón
ResponderEliminarUsaste admirablemente la tercera persona , para dejar al descubierto tu alma
Miraste desde afuera una muerte anunciada
Aunque traten de imitarte , nadie puede, ni podra igualar tu estilo por que para ello deberian arrancarte el corazón
Alexis
Bueno Alexis , a veces pasa que el corazón no tiene más nada que decir ; es entonces cuando la mente científica toma su lugar evitando que caigamos al abismo
ResponderEliminarEternas lunas
Mía