Por el tragaluz abierto del firmamento
Percibí
La mediocridad de mundo realista
Con toques de egoísmo
Vigorosos de hipocresías en cascadas de palabras
Fue justo en esa encrucijada
Que a la poesía que con amor esgrimí
Le cortaron los dedos
Le cercenaron las alas del alma
¡Qué más da!
Ya no escribo
Pero sueño atada al cordón de plata del infinito
Con un niño de oro y una niña de plata
Gloria eterna atada a un nombre
Y a mi laberinto de espejismos
Soñare
Otra vez desnuda
Con el ramal que empalma con tu nombre
Relámpago despabilado
En el anochecer de cada día
Asfaltare
Las sendas entre bardas del cielo azul nuboso
Me zambulliré en el fondo de los mares
Siendo sombra de una sombra
Que camina

No da igual , si dejas de escribir poesia
ResponderEliminarno da igual , tu escritos son la estela que dejas al volar
y cuando alguien los lee pues le toca el corazon , le reconfortas
es solo una opinion .
uhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
ResponderEliminarun poema muy bello y triste
saludos amor
A mi no me cortaron los dedos. Yo me autocorte las manos para no escribir con los portazos que la realidad me da en las narices. Pero en el fondo sigue perenne el "escritor" que fui un dia.
ResponderEliminarTriste, pero en algun momento debemos sentirnos asi.
Ya no escribo
ResponderEliminarPero sueño atada al cordón de plata del infinito
Con un niño de oro y una niña de plata
Gloria eterna atada a un nombre
Y a mi laberinto de espejismos
Me quedo con esta estrofa que evidencia tanta realidad como la fantasía ensoñadora que te caracteriza
Un nombre atado a la gloria más grande, al resultado de amor más sublime: los hijos
Mi admiración, mi emoción a ti, mi luna oscura
*K