domingo, 15 de julio de 2012

"¡Cuidado! Este es el reino de la muerte"

 
 
"¡Cuidado! Este es el reino de la muerte"

 
Una paradoja es que bajo el subsuelo de la llamada Ciudad de la Luz, se encuentra oculta una enorme red de oscuros túneles, lúgubres laberintos y pasadizos secretos.  Antiguas ciudades romanas sepultadas bajo Notre Dame, búnkeres nazis y quizás uno de los mayores osarios del mundo
 No muchos saben la historia que se esconden bajo sus calles; las tétricas leyendas y misterios que un día recorrieron sus subterráneos, en aquéllo que hoy conocen como las catacumbas de París, testigos de atrocidades y muertes.

Bajo París, bajo la ciudad del amor, en esas catacumbas,  yacen los restos de casi siete millones de personas.


La ciudad subterránea es una red de túneles que recorren todos los bajos de la capital francesa. Son casi 300 kms. de oscuros pasadizos que datan de la época romana, fechas en que de ellas se extraían mucho de los materiales que un día sirvieran para construir la ciudad en la superficie.Las Catacumbas de París
eran en su origen unas minas. Las antiguas  canteras de la Tombe Issoireun.  Es por esto que se las conoce también como "Las Canteras de París" en francés "Les Carrières". 300 kilómetros de túneles subterráneos que abarcan varios distritos de la ciudad (arrondissements municipaux).
 Pero lo que un día fuera centro de suministro para la vida en París, más tarde acabaría convirtiéndose en un cementerio para los parisinos y en un lugar donde esconderse de persecuciones y horrores



Fue en el siglo XVIII cuando París comenzó a verse sin recursos para enterrar a sus muertos. Tanto fue así que incluso llegaron a utilizarse fosas comunes o a enterrarse en vertical, unos sobre los otros. Sin embargo, eso propició que poco a poco el nivel del suelo parisino comenzara a subir. Cuenta la historia que el suelo de París no pudo recibir más cuerpos y en algunos sitios del cementerio local, éstos acabaron por salir a la luz.

Fue en el año 1785 cuando se decidió utilizar aquellas catacumbas romanas como osario común. Hasta allí se llevaron los huesos de muchos parisinos que habían sido enterrados en el cementerio durante siglos. Dicen que hasta 3 millones de cuerpos fueron trasladados por aquellas épocas. Sin embargo, durante décadas siguió utilizándose los túneles como cementerio parisino. Lo curioso es que no se enterraban individualmente, sino que los huesos se colocaban todos en montones iguales, de modo que todos los fémures se ponían juntos, los cráneos en otro lado, y así sucesivamente, hueso a hueso.
 


En los últimos siglos, además, las catacumbas han sido utilizadas para esconderse de sus perseguidores. Así se hizo durante la Revolución Francesa, o incluso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los partisanos la utilizaron para esconderse de los alemanes que habían invadido París.
En un lugar así, tan íntimamente emparentado con la Muerte, era imposible que las leyendas y misterios no empezaran a circular
 
Y ahora viene la parte más interesante

 


Cuentan que en 1961, un grupo de amigos entraron a las catacumbas como si de una aventura se tratase. Todos en fila, cada uno portaba una antorcha, cuando, en cierto momento, repentinamente un susurro de viento las apagó. Aterrorizados, todos recordaron que una leyenda parisina decía que en la oscuridad los túneles cambiaban sólos de posición, y ante ese recuerdo, se creyeron perdidos para siempre.

Sólo Henry, uno de ellos, mantuvo la calma. Y en ésto, su antorcha se encendió. Henry tomó la mano de quien a su espalda estaba, y éste al de detrás y así sucesivamente, reemprendieron la marcha. Al fin, Henry vio la luz de la salida al fondo, y medio en penumbras, ya aclarados por la pequeña luz que entraba por aquella boca de salida, se volvió. Su rostro se contrajo cuando se dio cuenta que cogido de su mano sólo una tenue sombra lo miraba, pero de sus amigos no había ni rastro. Henry salió como pudo de aquellos túneles, pero de sus cinco amigos jamás volvió a saberse


En otra ocasión, otra joven, en una de sus exploraciones a aquellos túneles, vio en cierta ocasión una luz al fondo del túnel. Comenzó a perseguirla, pero por más que parecía acercarse, nunca la atrapaba. Finalmente, topó con un túnel sin salida, y allí se encontró frente a frente con un esqueleto con la ropa hecha jirones. Presa de terror corrió de vuelta sobre sus pasos, sintiéndose perseguida por el esqueleto. Como pudo, consiguió salir, y más tarde la encontraron en un rincón de una cafetería, ciega de terror, sucia, ensangrentada, y con la mente ida.
 

Pues como todo lugar marcado por la desgracia y la muerte, se cuenta una leyenda sobre el, cierta o no,  prefiero no saberlo. La historia habla sobre una misteriosa mujer moradora de los angostos y oscuros túneles de las catacumbas,  que se aparece a los visitantes.

 La Dama Blanca la llaman...  La leyenda dice que si algún visitante se encuentra con ella, no la debe mirar, pero sobre todo jamás debe entablar ningún tipo de conversación con el fantasma, porque de lo contrario, si lo hace, antes de un año morirá...

 


 



Dicen que en París, entre los apasionados de lo oculto, es una afición adentrarse en las catacumbas. Tanto es así que los conocen como los “cataphiles“. Ellos recorren kilómetros de túneles siempre en busca de alguna actividad fantasmal, y no todos vuelven de ellas.

Hoy, las catacumbas, o parte de ellas, están abiertas a los turistas para que las visiten quienes quieran… y puedan

¿Quién se atreve a visitar este sobrecogedor rincón de París?
 
 

5 comentarios:

  1. ¡Impresionante! 300 kilómetros de pasadizos
    la cantidad de secretos y misterios que guardara ese lugar
    que impresión tiene que ser visitarlo , se me pone la piel de gallina de solo
    imaginarlo




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  2. Jó , muy buen informe Blue , la ciudad subterranea que pocos conocen

    La llamada "ciudad de la muerte "

    Todo comenzó con la conquista de Galia por parte de las tropas de Julio César. Los romanos, grandes entendidos en arquitectura y urbanismo, vieron en el terreno parisino una mina de piedra caliza, material ideal para la construcción. La piedra caliza se comenzó a extraer en el siglo II para reconstruir la ciudad que actualmente conocemos como París, y al quitarla se iban construyendo los túneles.

    Llegado el medievo y los primeros cristianos, la piedra caliza seguía siendo un material de primer orden para las grandes construcciones de la ciudad. Así, trabajadores parisinos cavaron a más profundidad para sacar ese material, aumentando el entramado de túneles del subsuelo de París. Con la piedra caliza se construyó grandes catedrales. Los expertos calculan que, aproximadamente, de las canteras fue extraída un 30% de la piedra usada en la construcción de de Notre-Dame. Bajo esta construcción, por cierto, se halla una auténtica ciudad romana. Descendiendo tan sólo 5 metros, retrocedes hasta 2.000 años.

    Durante el siglo XIII se extrajo demasiada piedra caliza y se aumentó notablemente los kilómetros de canteras, ampliando esa gran ciudad subterránea. Los hombres que cavaban frecuentemente resultaban heridos: no era nada fácil trabajar en un espacio tan reducido y poco ventilado. Muchos caían enfermos o morían debido a la humedad y el frío.

    A finales del siglo XVIII este entramado de túneles comenzó a pasar factura a la ciudad: París comenzaba a hundirse. Había que reforzar los subsuelos de la ciudad, pero el proyecto era descomunal y el subterráneo, muy inestable. Muchos murieron para evitar que la Ciudad de la Luz acabara en ruinas. Hoy, los pasadizos recuerdan aquellos tiempos con sus guías, pintadas y recordatorios. Por ejemplo, los obreros sabían dónde se hallaban porque colgaban carteles que decían que edificio o calle había encima.

    A finales del siglo XVIII, las minas de París fueron convertidas en un cementerio común. A más de 20 metros bajo tierra se halla una fosa común con los huesos de más de siete millones de personas, toda una ciudad de los muertos subterránea... ¡Hay más gente abajo que arriba!

    Las Catacumbas de París: el mayor depósito de huesos del mundo. En su entrada reza una inscripción: "¡Alto! Este es el Reino de la Muerte". Para el que accede, la visión es espeluznante: una cripta con 800 metros de corredor llenos de huesos apilados a uno y otro lado. Son muros de contención de huesos de 30 metros, decorativamente expuestos. Hay complicados diseños que se realizan con todo tipo de huesos humanos. Se apilan sin ninguna fijación, por eso, para mantener su estabilidad son continuamente recolocados.

    Además durante la Segunda Guerra Mundial tanto los nazis como la resistencia utilizaron el subterráneo parisino. A 18 metros bajo lo que fue el cuartel general la Fuerza Antiaérea Alemana se encontraba un búnker, un refugio alemán donde podían esperar durante ataques aéreos o bombardeos. Disponían de electricidad, bancos y letrinas. Casi al lado, la Resistencia Francesa tenían encontraban un punto de apoyo en su cuartel subterráneo. Los dos, sin saberlo, eran vecinos que convivieron en el subsuelo francés

    Alexis

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  3. sorprendido con los 300 km de las catacumbas y sus 7 millones de restos de personas. en la capital tambien hay catacumbras con huesos ordenados por tipos. dicen que eran las personas que morian por alguna peste y para no contaminar a los demas los enterraban en estos tuneles.

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  4. recuerdo que hace unos años vi una pelicula de terror, bastante buena, que tomaba lugar en dichos tuneles...

    gracias por el informe amor, ahora tengo otro lugar mas que visitar en mi futuro viaje a paris

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  5. Juaa rey yo que vos me voy al Moulin Rouge
    Paso con tanto hueserio

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