sábado, 18 de diciembre de 2010

Depresión

Ojalá muchos no entraran en este horrible estado,
la incomprensión viene desde los que están a tu lado,
te hundes en el mar oscuro de este espectro alado,
en los más recónditos lugares, cogido de su mano.

Miles de fornidos brazos oprimen tu dolorido pecho,
apresándote, quitándote hasta la última gota de aliento,
no se puede evitar cuando la tristeza te invade en el lecho,
no se puede evitar cuando sientes tu latido maltrecho.

No encuentras metas, y el maldito y necesario amor te falla,
amor que mueve el mundo, aunque muchos lo negaran,
necesario para la felicidad mientras te vas quedando sin nada.
Miles de fornidos brazos oprimen tu pecho y el suspiro exhalas.

No se puede evitar cuando la tristeza con hambre carcome,
no se puede evitar cuando la oscuridad dentro de ti corroe,
cuando no tienes a nadie a tu lado, y la depresión te corrompe,
no puedes evitar caer al vacío cuando ésta a tu vida se opone.

Doy gracias a quien tengo que darlas, porque con alguien cuento,
doy gracias a quien tengo que darlas porque en mi camino la siento,
mientras la medicación ayuda siempre refugio en su pecho tengo,
apoyo mutuo, doy gracias siempre por tenerte en lo malo y lo bueno.

Miles de fornidos brazos oprimen tu dolorido pecho,
apresándote, quitándote hasta la última gota de aliento,
no se puede evitar cuando la tristeza te invade en el lecho,
no se puede evitar cuando sientes tu latido maltrecho.

Aun así estoy en pie de guerra, en la cima, como siempre,
luchando contra esta enfermedad aunque siga convaleciente,
contra todo lo que me ha tocado vivir hasta la decisión de la muerte,
me concentro en las cosas buenas, siempre tengo que ser convincente.

La vida para nadie es un camino de rosas, y si lo es, con espinas,
nosotros mismos no nos lo ponemos fácil, a veces gana la ira,
pero sigo luchando contra esta oscura enfermedad, conmigo misma,
saldré adelante aunque se qué quedarán las cicatrices de las heridas.

Ay amor que todo lo mueves, aunque la gente lo niegue,
ay amor, eres el motor del mundo y la gente dice no, miente,
ay amor, que me faltas, ayúdame a salir de esta negra serpiente,
que me aprieta y aprieta, que me ahoga, y ahora, tendré que ser valiente.

Miles de fornidos brazos oprimen tu dolorido pecho,
apresándote, quitándote hasta la última gota de aliento,
no se puede evitar cuando la tristeza te invade en el lecho,
no se puede evitar cuando sientes tu latido maltrecho.



4 comentarios:

  1. Duele leerte asi saberte asi pero es bueno
    que eches todo fuera expresate desaogate
    Un abrazo enorme y animate joder que somos
    las pupas .

    ResponderEliminar
  2. Ey!! pero lo reconocemos y eso ya es valiente,
    y luchamos por superarlo y eso
    es el principio de la solución, gracias por leerme y
    comprenderme

    ResponderEliminar