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Desde el otro lado de viejo mundo sobre la arena, frente a ese inmenso mar un hombre mira al cielo, la luna y las estrellas.
Le canta a la madre luna su pena, aquel amor que se halla en el otro lado, mas alla de donde el horizonte se pierde pero muy cerca y profundo de su corazón.
Sabe que son miles de kilometros para llegar, pero un solo segundo para tenerla en sus pensamientos. La distancia no existe para dos seres que se aman, solo esperar el momento en que deben reunirse.
Baladas de amor, brotan de cada una de sus palabras, que nacen desde lo mas profundo de su corazón inspirando tan solo en una sola imagen que emerge cuando cierra sus ojos y piensa en ella.
En un barco partió hace muchos años hacia el este, por azares de la vida tuvieron que separarse dolorosamente, llevando cada uno dentro de sus pechos el amor inmenso que nació con tan solo una mirada en aquel verano.
A partir de ese dia, cada luna llena los dos se reunen, en orillas opuestas, pero sentimientos iguales. Asi pasan toda la noche frente a aquel mar, contándole a la Luna sobre su amor al otro lado del mar. El Principe de la Soledad
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martes, 7 de febrero de 2012
A la orilla del mar
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Muy bello poema , cuando se ama no hay tiempos , ni distancias que nos separen ya que el amor verdadero se acrecienta
ResponderEliminarAsi es hermana, cuando se ama hay esperanza.
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