El Conjuro. (Arimateus)

El Conjuro.       Estaba yo al borde del abismo.....           animado a seguir con aquello, no podia quitarmelo de la cabeza, en mi mente solo habia lugar para una cosa, y esa era caer, dejarme caer en franca picada hacia el abismo. no tube tiempo para titubear, era ahora o nunca...  y si, si me anime.. di un paso adelante y empeze mi loca carrera hacia el fondo del precipicio.           al final del abismo la muerte esperaba a por mi, y yo abria mis brazos a sus brazos ....de ella, de la muerte. Que delicia en esos momentos sentia yo, cuando mirarla podia... ella gustosa esperando poderme abrazar, en un abrazo definitivo... pero antes, en el inter de la caida, cuando el viento con mi cuerpo yo rasgaba, locas imagenes y bellos recuerdos a mi mente llegaron....         y mi mente se conecto con la esencia mental de la muerte, empezamos un dialogo mental.. y ella me preguntaba el porque de mi tonta desicion, caia rapidamente, pero en el momento en que escuche su voz por mi preguntar...  fue como si el tiempo se detuviera. era como estar suspendido en el vacio, y tener tiempo para charlar con la muerte, esa mujer hermosa que por mi preguntaba, esa mujer bella y gelida que conversando conmigo estaba. Le conte de mi pena y le confie mi pesar...           Hubo un tiempo en que estube enamorado y no supe de mi, una mujer hermosa mi alma robo, pero no me di cuenta y solo me quede... ella mi amada, estaba al igual que yo enamorada...  pero pertenecia a otro hombre y no se decidia por mi...     !!Cuentame!! Me dijo al oido la muerte, cuentame la historia que yo paciente te he de escuchar...         Te llevare a la orilla del rio, tan solo un momento, para que sentado sobre una blanca piedra, sin prisas y con calma me cuentes todo y yo te escuchare...            al final de tu relato, los dos juntos,  o ya sea yo sola, decidire por ti, el final de tu destino.  o el comienzo de un nuevo sendero te he de otorgar.           Asi pues, ella magicamente y en cuestion de segundos,  me traslado hacia la orilla de un rio... era este un rio enorme, caudaloso y serpenteante, sus aguas eran gelidas pero cristalinas,  y todo alli era un remanso de paz, de quietud y soledad. A la orilla del rio, una enorme piedra blanquisima como la piel  de la dama muerte, estaba empotrada en la tierra y era una verde hierba la que su suelo rodeaba. Me sente con la muerte mirandome fijamente, y esperando ansiosa que yo le contara mi desventura.         Asi que empece: Al principio amiga morte, al principio yo tan solo la veia pasar por las calles y callejones aledanos a mi taller de pintura. Era yo un afamado pintor en mi ciudadela... los burgos becinos, y los reinos aledanos, me pedian y me pagaban muy bien por mis obras, era muy solicitado y poseia ya toda una fortuna,  el trabajo como te digo me sobraba, y aun asi, me daba yo tiempo para salir y observar el mundo, la gente, la naturaleza...         pero nunca habia yo visto nada tan bello, tan lindo como ese par de ojos negros que con su luz me cegaron y dejaron mi alma sumida en la  mas densa oscuridad...la vi una vez al salir de mi taller, y al momento quede prendado de su belleza, de su gracil cuerpo,  de su bella estamba y fina figura...            como os digo, ese par de ojos negros me obnubilo por completo y sojuzgo mi alma,  tenia que volver a verla, debia yo de hablar con ella, y la segui, camine tras ella por calles y callejones.. hasta que la vi entrar en una casa de no grandes proporciones. Me meti enseguida, cuendo ella hubo entrado, en la taberna mas proxima, y tome, tome y al calor del vino, pregunte a los amigos por esa noble mujer... uno de ellos me dijo quien era y que estaba ya casada,  con un hombre no muy rico, pero honrado y trabajador. Me hice el desentendido aunque la noticia me dejo herido... como un fuerte golpe en la nuca, o algo que te deja anonadado.. Fue asi que al dia siguiente no trabaje... ni los pinceles, ni los lienzos, ni mis botes de pintura.. ni mis modelos, ni los paisajes, me decian nada., nada tenia ya sentido para mi, solo queria poder volver a mirarla,  a atisbar en sus ojos negros como dos pozos mi imagen en ellos reflejada.... y la vi, la volvi a mirar... me interpuse en su camino y la salude,  ella asintio con su cabeza, y un amago de sonrisa en sus labios se dibujo..  !Ahh eso era un buen comienzo!! que supiera ella de mi. paso el tiempo, y su confianza me gane, poco a poco los saludos, dieron paso a las platicas...            y ella respetuosa como era de su hombre y de su matrimonio,  siempre su lugar se daba a ganar.. y yo no podia por mas que  quisiera decir otras cosas que no fueran el estado del tiempo, o lo bello del lugar.. pero ella me oia, y me regalaba un par de sonrisas. Por fin un dia, hasta el campo se dejo acompanar por mi, no bien estuvimos cerca del bosque cuando mi amor le declare. Ella apenada se nego a seguir, me dijo que no, me dijo que no..  ella amaba a su esposo y este a ella la queria. yo lerdo y tonto, le dije que no era necesario que me correspondiera, tanto la amaba, que tan solo me dejara gozar de su compania, que no le haria yo dano, que no interferiria en su matrimonio, solo queria poder mirarla, y si ella me daba permiso, poderle platicar, y verla, asi mi amor se comformaba... pero no quiso, me dijo que no,  me dijo que no, y se fue, no quiso saber mas de mi. Regrese a mi trabajo.. y solo, triste y apesadumbrado, al trabajo me entregue, comence a pintar, y pintar y pintar sin descanso, los motivos eran sus ojos, su mirada triste.. su debil sonrisa, el carmin de sus labios, sus tersas mejillas...me inspirab en su cuerpo, y sus contornos para dibujar el cuerpo de Diosas en mis lienzos, para disimular y disfrazar en otras imagenes la imagen de ella, y no dormia,  pintaba y tomaba, tomaba y pintaba.. apenas y comia, pero me consolaba pensando en mi amor, pensando y dibujandola a ella. A los pocos dias ella se aparecio en mi taller, yo sorprendido y desalinado,  solo atine a balbucear algo, y me pregunto por que ya no la iba yo a buscar.. le recorde su negativa a seguirla viendo  y como habia huido de mi lado...         "Tonto, no sabes que una mujer siempre te dice lo contrario de lo que desea..."   y se fue. yo alli parado, aturdido sin saber que hacer, me fui a mi casa,  y cuando me daba un bano, "Zas" comprendi lo que me daba ella a entender,  hasta entonces cai en la cuenta, que no le era indiferente, hasta entonces supe de su amor por mi... y alegre me arregle para el dia siguiente. Y alli voy yo, a esperarla en el camino, y ella venia a por mi, y yo le contaba, y ella me seguia, poco a poco, con el paso de los dias, me fui acercando mas a ella, la distancia ya no era tanto, asi que me acercaba mas, cada vez mas a su lado.... una vez fuimos de nuevo al bosque y me dejo continuar a su lado.. y los frutos de los arboles juntos cortamos, y los metiamos a su canasta, y recogiamos la fruta, y la volviamos a meter dentro de ella, hasta que en un momento determinado, nuestras bocas, muy cerca una de la otra quedaron, me detuve y la mire, mis labios casi tocando los suyos a medio cerrar, y mis ojos viendo los negros suyos,  implorando un beso, una fugaz caricia, llenos de amor y embeleso, suplicantes de un roce de sus carnosos labios... No me dijo nada, sus ojos se cerraron y sus labios se entreabrieron dando cabida a una caricia... sus labios sobre mis labios poso, ella me besaba, y era una caricia suprema, el cielo y su gloria por mi anhelada... fue un beso dulce y tierno, lleno de amor y delicadeza. Un beso tan solo, tan solo un beso, retiro rapidamente su cara de cerca de la mia, y sonrojada, entre apenada y divertida, rapidamente de mi se despidio...         Y nos seguimos viendo, y seguimos charlando, yo contento de estar con ella,  ella gustosa de andar junto a mi. Y seguimos con besitos, poco a poco mas prolongados... y me dejaba que le tomara de la mano y felices los dos andamos. El marido? pobre, no se quien era, yo no lo miraba, y la verdad no me interesaba, yo no queria robarle a su mujer, no queria quitarsela, mis pensamientos solo eran de estar con ella, no me habia detenido a pensar en vivir con ella, solo queria estar a su lado,  pero no pensaba yo en las consecuencias... y asi un dia. la lluvia nos atrapo en el bosque, era un dia de otono, y dentro del hueco de un olmo grande y viejo,  nos guarecimos de la lluvia, los dos cabiamos perfectamente dentro del olmo,  y nos abrazamos, y quedamos muy juntos el uno del otro,  la lluvia cayendo  y nosostros besando, la lluvia mojando el suelo, nosotros tocando nuestro cuerpo, la lluvia arreciando, y nosostros acariciandonos, la lluvia rociando las flores, nosotros entrelazando nuestras piernas...         y si, asi hicimos el amor... ella se entrego a mi y yo a ella. A partir de entonces, buscamos cualquier pretexto para juntos estar.... y fuimos felices, aunque solo muy poco tiermpo, pues su esposo ya no la dejaba salir,  yo desairado y poco comprensivo, busque el amor de otras muchas mujeres,  pero ninguna me logro sacar de la mente su recuerdo... la miraba los domingos pero iba acompanada... hasta que un dia me dijo y me reclamo por que ya no la buscaba.         Y volvi, volvi a buscarla, eran nuestros encuentros no ya de amor sino de pasion descontrolada, nuestros encuentros eran locos, salvajes, de lascivia desquiciada y en ella encontre consuelo  y una carga de amor desenfrenada..          pero bien pronto que me aburri, me canse de jugar a las escondidas  y de nuevo en mi trabajo me sumergi.. ella ya estaba de mi locamente enamorada,  y me buscaba, me seguia a todo lugar.... me fastidio, dejo a su marido y fue por mi,  yo absorto y resuelto a no volver con ella y ella deseosa de estar conmigo. mis desaires pronto la confundieron y paso a la desesperacion y la locura pronto le llego. Un dia me avisaron que cayo emferma de algo, que ni los doctores la curaron.. y yo fui a verla, y en cama la encontre, me dijo que pronto de amor por mi moriria...  yo no queria eso, fue cuando cuenta me di que aun la amaba... pero ya era tarde, ella en fin.. enamorada de mi se marchaba, marchaba hacia el camino que no tiene final...         Por eso vine solo hasta este abismo, por eso al acantilado me tire,  para encontrar en tus brazos el final y el triste consuelo de los afligidos por el amor,  oh dama de la muerte, y ella me contesto " Tonto, no sabes que una mujer siempre te dice lo contrario de lo que desea? " Ella no quiere morir, al contrario quiere vivir para estar contigo... y puesto que solicita vine yo a tu conjuro, ahora te digo, no,  te digo que no, no te llevare conmigo, en esta orilla del rio te dejo, vivo y libre... anda y ve, ve a buscar a esa mujer que te hizo conocer el amor, vete con ella y vivan lo que tengan que vivir, caminen y platiquen, amense por los verdes valles, que yo aun no los he de llamar,  y no vuelvas a maquinar este conjuro que tal vez no sea yo tan benevola contigo.         Fin.     Arimateus.