Plegaria

Dios de los cielos, Iluminado sobre todos los hombres. Enviaste a tu hijo único Para salvarnos del pecado genisiano.   El sacrificó su joven vida Por un puñado de pecadores, Mas la humanidad no cambió, Sigue tan perversa como los antidiluvianos.   Pero pocos son los salvadores de este mundo, Que con su bondad y tus reglas de vida Desean hacer de este mundo Algo mejor de la basura que ya es.   No me considero dentro de este grupo de hombres, Camino entre el límite del bien y del mal, Pero quiero agradecerte por todo lo bueno Que le has dado a mi vida y a los míos.   Hoy que la vida mundana gobierna con sabor a miel, Deseo probar de la hiel de la salvación del alma. Pero temo no poder hacerlo, el camino es duro, Pero tus palabras animaran mis fuerzas para seguir.   Por todo esto, te agradezco el haber nacido en esta época, Para sufrir, gozar, pecar, mendigar, suplicar, Sentir las penalidades de la vida que llevan a la vida eterna. Por haberme dado todo lo que es necesario para vivir.   Por siempre se haga tu voluntad, Por sobre  la tierra, el cielo e infierno. Por siempre tus palabras calmen los corazones, Por lo siglos de los siglos Amén.