martes, 12 de junio de 2012

Poner los cachos

 

PONER LOS CUERNOS

 

Según dicen todos los diccionarios, "cornudo es todo hombre cuya mujer es infiel". Pero, ¿por qué los engañados son cornudos y no rabudos, peludos o dentones? Porque, por lo visto, poner los cuernos deriva del viejo símbolo del buey, ese viejo animal castrado, que se somete paciente al trabajo que le impone su amo. De ahí, que los maridos o esposas infieles, le pongan los cuernos a su pareja. Esta expresión empezó a usarse en España hace cuatro siglos, pero pronto se extendió al resto de Occidente. Hoy no hay nadie en este planeta que no sepa qué quieren decirle si le señalan con los dedos abiertos a modo de cuernos

Existen múltiples versiones sobre el origen de la expresión poner los cuernos. Seguramente esté en la interpretación burlesca de episodios mitológicos unida a la idea cristiana de asociar el pecado a la imagen del demonio y representar a éste mediante figuras con cuernos.

En su Tesoro de la lengua castellana o española, Sebastián de Covarrubias afirma que “[Poner los cuernos] tomó ocasión de lo que se cuenta de Mercurio, que en figura de cabrón tuvo ayuntamiento con Penélope, mujer de Ulises; del cual nació el dios Pan con cuernos”.

Otra versión mitológica relaciona su origen con el hecho de que la esposa del rey Minos, Pasifae tuviera relaciones sexuales con el hermoso Toro de Creta y engendrara el Minotauro. Esto habría dado origen a que la señal de los cuernos quedara como símbolo de traición matrimonial.



La versión que fusiona los orígenes mitológicos y cristianos es que el dios Pan, caracterizado por su lujuria y representado con cuernos, fue asociado por el Cristianismo con el demonio.

En el Diccionario infernal, de Jacques Albin Simon Collin de Plancy, encontramos una explicación desde el punto de vista cristiano: “Preciso es que el adulterio sea un muy grave pecado para que la mujer que se halle en este caso haga llevar a su marido las armas de los demonios. Poner los cuernos viene de nuestra madre Eva, la cual habiendo obtenido de Satanás, el par de cuernos que llevaba en la cabeza, los regaló a su marido.”


Algunos viajeros franceses y portugueses constataron que en la España de los siglos XVI y XVII eran numerosos los maridos consentidores, a pesar de que suponía un grave delito y eran sometidos a la vergüenza pública: al marido se le montaba en un asno y era paseado por las calles, desnudo y adornada la cabeza con dos cuernos y sonajas; detrás iba la mujer, montada en otro asno y obligada a ir azotando a su marido; tras ellos, el verdugo iba azotando a la mujer. Para evitar que al marido se le recriminase de consentido podía solicitar que la autoridad le girara un documento llamado carta de perdón de cuernos.




 





La literatura de esos siglos refleja que el tema de los maridos consentidores o engañados se había convertido en una obsesión. Quevedo es el máximo exponente de ello, con su obra titulada El siglo del cuerno. La riqueza léxica en este asunto parece inagotable: además de las referencias a objetos hechos con cuerno (tinteros, coronas de hueso, mangos de cuchillos, calzadores, linternas...) tenemos: ganchos mudos, paréntesis de hueso, orejas blancas, maniles retorcidos, bonete de los bosques, bigotes de Jarama, luna de Jarama, lira de Medellín... sin olvidar las expresiones de rastrillar con las sienes o arar con maridos.

En el lenguaje común han sido innumerables las palabras que han aludido a los cuernos como símbolo de infidelidad. Al marido engañado se le ha llamado cornudo, cabrón, novillo, ciervo, venado, manso, cornicantano, cornifactor, maridillo becerril... Actualmente también hay expresiones creativas, pero casi siempre alusivas a la tauromaquia: tocar pasodobles, abrirle el toril o clavar banderillas y, en España, parecen preferirse las alusiones a ganaderías de toros bravos: mihura, victorino.
En otros lugares encontramos las expresiones meter guampas (Argentina y Uruguay), pegar los tarros (Cuba), poner los cachos, ser un cachudo (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú), poner los tochos (jerga en España). En otras lenguas latinas del mediterráneo tenemos las equivalentes mettere le corna (it.), posar banyas (cat.) y faire porter des cornes / du bois (fr.)




Tampoco faltan los refranes alusivos a los cuernos de la infidelidad: Casada que va a fiestas, cuernos en testa. Si la vaca fuera honesta, el toro no tendría cuernos. De cornudo o de asombrado, pocos han escapado. Maridos que se ausentan, cornamentan. Si quieres ser cornudo, vete de caza a menudo. Quien fía su mujer a un amigo, en la frente le saldrá el castigo.

A pesar de todo lo dicho, es posible que no exista este tipo de cuernos:

“Moisés con cuernos pareció adornado,
y no fueron sus cuernos verdaderos.
Dos cuernos a la luna han levantado
los astrólogos vanos embusteros.
Al demonio con cuernos han pintado,
porque son los pintores majaderos.
Pues si todos los cuernos son fingidos
¿por qué han de creer en cuernos los maridos?”


(“Probando ser fábula la producción de los cuernos en ciertas cabezas” José Cadalso, 1762)

´´Le puso los cuernos´´:  de la Edad Media, cuando el señor feudal tenía el derecho de acostarse con la novia la noche de bodas. El caballero colgaba los cuernos de un ciervo en la puerta para advertir que nadie entrara y el marido gritaba orgulloso que su señor le había puesto los cuernos

 

Conclusión  como decia : [Sor Juana Inés de la Cruz]

“Quien tiene mal de culpa, quien peca por la paga, o quien que paga por pecar, si juntos van diablo, carne y mundo”

Drokken

5 comentarios:

  1. Tremendo informe muy completo
    me quede de piedra con esto que triste
    ´´Le puso los cuernos´´: de la Edad Media, cuando el señor feudal tenía el derecho de acostarse con la novia la noche de bodas. El caballero colgaba los cuernos de un ciervo en la puerta para advertir que nadie entrara y el marido gritaba orgulloso que su señor le había puesto los cuernos

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  2. como dijo el rey en la pelicula corazon valiente :prima nocte,
    interesante informe. aunque tambien lei que en la epoca romana habian varios cornudos caminando en las calles y foro del senado. pero a las mujeres tambien le salen cuernos.

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  3. Wowow querido , si que te saltaste la barda
    Me encanto la historia y sobre todo el humor que nos brindaste en tu informe

    Gracias Ezio por ser y estar
    Mía

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  4. Jo , padrecito si que te montaste un informe profundo sobre el tema

    Si la vaca fuera honesta, el toro no tendría cuernos

    Fabuloso

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