el ritual de Don Emilio

A sus 78 años, Don Emilio cumple sin falta, el mismo ritual desde hace 10 años. Solo pasaron unos minutos del mediodía, y el ya coloco el agua para el mate, la cual  se va calentando lentamente; luego lleva dos pequeños bancos a la vereda de su casa, primero uno de color marrón oscuro, y luego otro, de un color verde claro, luego lleva una mesita de madera. Prepara el mate, 7 cucharadas de yerba, una de azúcar y otras 2 de yerba, saca el agua del fuego, la cual esta en su punto justo, y se sienta en el banco marrón; coloca sobre la pequeña mesa, el mate, la pava y un paquete de biscochitos tentadoramente abiertos, y espera.

 

 

Cuando solo pasaron 3 minutos de las 12 y cuarto del mediodía, ve a Doña Herminia, su novia de toda la vida, doblando lentamente la esquina, acercándose paso a paso, hasta sentarse en el banco de color verde claro. Los mates van y vienen, y el paquete de biscochitos se ve disminuido lentamente, mientras hablan, del clima, de lo rico que esta el mate y los biscochos, de los tiempos en los que el amor se expresaba de forma física, con carisias, besos y ardor juvenil; mientras recuerdan a los que ya no están, mientras ríen, mientras lloran levemente por una felicidad melancólica, mientras agradecen poder seguir juntos.

 

 

Y la tarde los sorprende, como todos los dias, mientras que los vecinos ven a Don Emilio, y sienten pena por él, “pobre Don Emilio” dicen “habla solo, no recuerda que la Doña murió hace 10 años”. Eso dicen sus vecinos, personas que no saben, personas que no entienden para que sirve el amor y cual grande es su verdadero alcance.

 

 

El rey de los desterrados