Guárdate de mi

La estancia inundada por la penumbra Se me antoja una imperceptible mazmorra. Recluido en una cárcel sin trancas, ni centinela, sin empalizadas, ni cruces. Pero tan falto de libertad como el más vigilado de los criminales

Los minutos caen inexorablemente sobre la esfera de la luna que se pone
Fuera, en el bosque, el silencio resulta inquietante.

¿Cuánto tiempo debo llevar agazapado junto a la puerta, esperando?

No sabría decirlo. Un par de siglos .Puede que más.

Intuyo que mi fin se acerca. Me he quedado solo. Los demás yacen muertos en túneles bajo atrio de la catedral. Milagrosamente  logré escapar... ¡Escapar...! ¡Qué ironía! Nadie escapa. Sólo es cuestión de tiempo para que te encuentren.

Pero venderé cara mi vida. Eso seguro

Hay tantas cosas que nunca podré hacer... Lo que más siento es no haber podido decirle cuánto le agradecía. Ha soportado mis muchos días de ira y enfados, y ni tan siquiera tuve una palabra agradable para ella. Con lo poco que me hubiese costado decirle…Gracias

¿Cómo he podido llegar a esto? ¿Cómo fui tan estúpido? ¿Cómo pude cegarme tanto?

¿Qué es eso?

Mi corazón se acelera. Sangra mi herida .Oigo ruidos, son búhos. Y también  pisadas. Alguien sube y se detiene junto a la portezuela. Deben ser ellos. La espera y mi vida han llegado a su fin. ¿Cómo he podido llegar a esto...?

Despierto, huele a humo y putrefacción

Incendiaron el lugar, me asfixiaba, trate de salir, las tablas estaban podridas, caí  al hoyo cuando el techo se vino abajo

Sigo vivo
El infierno  me abrió sus fauces
Guárdate que  va conmigo …

 

Sombra