un anima en el silencio

El fuego recorre mi sangre Como el caldero de un deseo Dormido, al unisonó un suspiro Helado me eriza la piel.   Se parte el cielo, grisáceas mis Gárgolas se posan sobre los pétalos Ensangrentados, cada uno es una Lagrima por el pasado.   Te miro profundo en las bases De tu existencia, me adentro en Tu mirada y bebo de ella el mana De tu aletargado sufrimiento.   Como cristos yacen tus conquistas Brota su líquido vital, expiando Tus lamentos, te veo hincada implorando Por respuestas.   Guardando bajo tu piel las grietas Profundas que dejan las heridas, Entregaste el corazón y con el tu Alma.   Eres un anima y te rodeaste de la Oscuridad, este es mi reino el silencio, La vereda no te muestra el camino, Confusión, tu corazón no palpita Lo suficiente. Pero el pasado ya no existe Le tuviste entre tus brazos, Te lacera, te hiere, te corroe Tus venas y caes al vacio   Ninguna parte es tu lugar, Hay un animal, el depredador Que asecha, entre las sombras Domina.   Más solo tus estériles ojos miran La cascara, la estrella brilla como Fuego, enciende tu corazón, enciende Tú fuerza y mira profundo.   Te llama su nobleza, te mueve Te domina, te rodea eterna En el éter de la inconsciencia, Su aroma líquido te recorre.   Te veo esconderte tras un falso cariño Te da lástima, la ternura maternal, Pero el amor es fuego, es real, Y te asecha.   Este es mi reino, el poder del silencio Lo incomprendido de tu andar, Lo que te nutre, y te hace caminar, Sal de aquí, hazlo ya.   Porque va a despertar y sin pupilas El te dejara.   Zandor x