martes, 24 de mayo de 2011

el rey y la reina

El mar tormentoso se sacudía rugiente y desafiante mientras “La Reina Roja” ya malherida lo surcaba con dificultad, crujiendo ante cada ola que amenazaba con voltearlo. A bordo del barco, la tripulación contemplaba a su capitán, el temible pirata “Rey Rojo” quien observaba la tormenta con los ojos serenos como el cristal.

Ya los años y la vejez se habían encargado de mermarle poco a poco las fuerzas, su mente se convirtió en una laguna de olvidos y la mirada fue llenándose poco a poco con una espesa niebla. Pero no necesitaba ver para sentir que esta sería su última batalla, sus huesos se
lo decían y el viento se lo susurraba al oído, ahí a lo lejos la muerte en persona viajaba en los 10 barcos de la Armada Española, que se acercaban temerariamente.

El Rey Rojo contemplo su reino, sus súbditos, acaricio con sus arrugadas y callosas manos a su querida reina y ya sabiéndose muerto dirigió el barco con las manos firmes y el pensamiento claro. La Armada fue la primera en disparar sus cañones; la mayoría de
los proyectiles cayeron en el mar, quien los recibió gustoso, pero algunos en su vuelo impactaron en el viejo barco, quien respondió el fuego con vigorosos cañonazos que retumbaron a lo largo de toda la nave; la Reina Roja mostraba sus filosos y legendarios dientes.

Tan grande era el valor del capitán y su tripulación, que por horas lucharon en medio de un oleaje que buscaba devorarlos, pero el enemigo era más numeroso y la victoria les era tan inalcanzable como la luna.

Finalmente solo quedo el Rey, de pie sobre el cuerpo agonizante de su amada hundiéndose juntos en un mar tranquilo que los recibía con respeto, como quien saluda a un viejo y querido amigo.


el rey de los desterrados

2 comentarios: