En el bosque blanco, los fantasmas de los que murieron y de los que aun no nacen, narran historias de sucesos aun no sucedidos, cuentos de lo que podría llegar a ser pero nunca es, de ausencias y presencias tardías. En el ocaso, un espectro recorre los senderos, dejando atrás una niebla gris que todo lo revela, menos lo más importante; en su andar roza la arrugada piel de los níveos arboles, se cruza con el viento que corre y llega con demora, atraviesa el puente que todo lo une, y en el centro mismo del bosque se encuentran.
Entonces el fantasma dice:
“El lobo negro vive en una cueva
Profunda, profunda, dentro del bosque
Sus patas nunca tocan el suelo
Su aullido es de la edad de los soles”
Mas y mas fantasma acuden a la cita en medio del bosque; los hay grandes, los hay pequeños, algunos son casi invisibles, otros tiemblan como tiembla la llama de una vela, pero todos cuentan su historia y sus voces son susurros que se complementan, se unen formando la voz mayor en donde todo toma forma y es creado.
Entonces todos los fantasmas dicen:
“Es la Palabra, es el Canto
Es el Verbo, Es la oración
Es el tiempo, que es otro cuento
Es la creación.”
Bello cuento me hace pensar en los susurros
ResponderEliminardel viento y la fuerza poderosa de las palabras
chevere man , caray que tienes imaginación
ResponderEliminarmuchas